Con la finalidad de que los auténticos Aspirantes de la Iniciación merezcan
transitar los procesos purificatorios, contando con la hermenéutica precisa de
la Renunciación, Jeú Mikael exhorta a sus Discípulos que prediquen el
Evangelio, enfatizando sobre la incesante búsqueda que debe hacer la Humanidad
para alcanzar los Misterios del Reino de Luz, mediante los cuales se logra la
plena purificación, así como el pasaporte seguro para llegar al Reino de las
Alturas.
De modo que paso a proporcionar, en favor de los Laborantes serios, las 33
Claves constituyentes de la Renunciación Purificatoria, y pese a que, por mi
gesto misericordioso de proporcionar estas Perlas Celestiales, esperanzado en
que hayan merecedoras de las mismas y que las sepan aprovechar oportuna como
sabiamente, habrán de saltar las fieras egoicas que se oponen al cumplimiento
de la Misión Krística Redentora, helas sin embargo aquí, con todo el Amor Real
que brota de mi corazón radiante de Luz:
1) Renunciar a todas las tentaciones y pecados existentes en el mundo.
El método:
Los aspirantes a los Misterios que aún participan entusiastas entre las
tentadoras golosinas de este mundo, deben definirse de una vez entre la Luz o
las tinieblas, y si felizmente es por lo primero, deben romper radicalmente con
toda la gama de pecados y sus múltiples ramificaciones, con la finalidad de
llegar a ser dignos de encarnar los Misterios de la Luz, librándose a la vez
del temible dragón de las tinieblas exteriores, de cuya boca emerge una
descomunal cola, representativa de los doce poderosos demonios agazapados en lo
recóndito infra psíquico del pecador.