Todo acto litúrgico ritualístico de cualquier Religión que aún no haya caído en la degeneración materializante, viciosa, idolátrica, brujezca e infernal, constituye la máxima expresión de los efluvios del Alma, con la que se enriquece y sublima la cultura, atributo de Espíritus Humanos ya Divinizados; por ello, cuando el Hombre recupere plenamente sus condiciones Celestiales, todo acto que realice será un verdadero Ritual Solar, así sea la procreación, el trabajo agrícola, la artesanía, la alimentación, el vestirse, el gobernar, ser gobernado, caminar, etc.
Recuperados estos estados de Consciencia Superior, se podrán ejecutar en toda su gloriosa majestad litúrgica, aquellos sublimes Rituales Katólicos o Universales que en mi calidad Mahátmica de Gedeón Phidluz he reconstruido en la I.G.E.O.M. para beneficio de todos los Iniciados sin distingo alguno, y mediante los cuales el Hombre siempre ha testimoniado su comunión con Dios, o sea, realizando en los hechos concretos y contundentes, aquella máxima aspiración humana de volverse a unir con el Creador; de ahí precisamente proviene el re-ligare que es el objetivo supremo de toda auténtica espiritualidad.
Así pues, todo acto consciente de la vida cotidiana cumplido en sociedad o íntimamente, por insignificante que pudiera parecer a simple vista y concepto, deviene primordialmente en un magnífico Ritual que revaloriza nuestra condición anímica, liberándola de su restringente como aprisionante materialidad.
Algunos deportes, que hoy en día casi en su totalidad han caído en la más absurda decadencia animalizada, una vez que sean restituidas sus cualidades espirituales, por ejemplo respecto al balón o la esfera, cuya intrínseca simbología es la más extraordinaria representación de la Simiente, la Hostia, la Energía Kristónica o el mismo Sol, se ejecutarán nuevamente como expresión de los maravillosos Rituales de la Vida, externando el conocimiento hacia las multitudes de la portentosa Ciencia Alquímica, para el sabio manejo de nuestra propia Rueda Solar, no como ocurre desaprensivamente ahora, cuando la humanidad satanizada, en claro desprecio a la Obra Hermética, golpea, patea y despotrica contra el esférico símbolo supra genético, dando vivas desbordantes al temible y degenerado demonio Algol que excita las apetencias alcohólicas de los viciosos consuetudinarios, quienes regocijados en la perforación de las redes protectoras de los esfínteres, dejan el paso libre al abominable como asqueante acto de la fornicación: el gol, que es precisamente la violenta como incontrolada expulsión del Vitrioluz (entidad Solar contenida en la materia del estrógeno y el semen), constituyendo de este infernal modo, la entrega al Kristo que padece en la Cruz, de aquel simbólico e inaceptable vinagre con que el animal intelectual reemplaza las Aguas Cristalinas, únicas que pueden lograr nuestra palpable resurrección, misma que debe operarse día tras día, y con la cual el Hijo de nuestras Obras se manifiesta en cada uno de Nos.